Si en alguna ocasión te has preguntado cómo saber si las joyas que has comprado, heredado de tu familia o te han regalado son de oro, en Joyería B Catillo te vamos a dar unos consejos fáciles para que lo compruebes.
El oro se caracteriza por ser un material muy maleable y en muchas ocasiones, al fabricar joyas, se realizan aleaciones con otros metales para darle más fuerza. La forma más rápida de asegurarte de que una joya es de oro es acudir al establecimiento dónde la has adquirido.
En Joyería B Castillo estaremos encantados de ayudarte y resolver tus dudas sobre la autenticidad de las joyas que ofrecemos. Pero, si quieres hacerlo en casa porque tu joya es heredada o regalada, solo tienes que seguir estas técnicas
Técnicas para asegurarse de que una joya es de oro
Existen varios procesos sencillos y que no te llevarán mucho tiempo para comprobar desde tu propia casa la autenticidad del material de tus joyas.
Examen visual
Todas las joyas realizadas en oro de 18k tiene una marca o número oficial que identifica el material del que están hechas y su pureza. Por ejemplo, en los anillos podrás encontrarlo en el interior de estos.
Signos de decoloración
También tendremos que fijarnos si existe decoloración, si la pieza está desgastada en algún sitio y podemos apreciar otra tonalidad distinta, significará que esta solo tiene un baño de oro.
Para asegurarte de que realmente está decolorada, te aconsejamos que primero la limpies con algún producto específico. Si después de limpiarla observas que los bordes o el interior, donde se produce el roce, tiene oxido o ha desaparecido el color original, es que no es una joya de oro verdadera.
La prueba del Imán
El oro es conocido por no ser un material magnético, por lo que, ayúdate de un imán potente para comprobar si tu joya se pega o no el. Por lo que si tu joya se pega al imán descubrirás que esta realmente no es de oro.
La prueba de la cerámica
Ayúdate de un plato de cerámica sin esmaltar, y frota la pieza sobre el pato, si salen líneas de color dorado, la joya será de oro. Por el contrario, si estas líneas son de color negro, no será de oro autentico.
Prueba con el jugo de un limón
El limón, al ser un cítrico, servirá como ácido para hacer la prueba. Pero, esta técnica solo sirve para comprobar si la composición exterior de la joya es de oro.
Para ello, debes exprimir un limón sobre la joya, limpiarla y secarla con un trozo de tela blanca. Si la tela se mancha tu pieza no será de oro puro, mientras que si esta sale limpia, si lo será.
Medir la densidad
Esta técnica para comprobar si una joya es de oro es un poco más precisa. El oro es uno de los metales más densos con 19,32 gramos por centímetro cubico. Los pasos que deberás seguir son:
- Pesa la pieza de oro en una báscula y apunta su peso den gramos.
- Llena un recipiente de medidas en milímetros con agua.
- Introduce la joya en el recipiente con agua y observa cuánto ha subido el nivel del agua.
- Realiza el cálculo: densidad=masa/volumen desplazado. Si dicho resultado se aproxima a 19 tu joya será de oro.
La prueba del mordisco
Esta prueba no es recomendable, pero es muy simple. Solo tienes que morder la joya con firmeza, pero sin hacerte daño y después examinarla. El auténtico oro de verdad dejará ver alguna marca y en la profundidad de esas mismas indicará su pureza. Pero, como hemos dicho antes, esta no es una prueba nada recomendable, puesto que, si la pieza es de oro de verdad, le dejará marcas.
Esperamos que todos estos consejos te hayan ayudado a cómo saber si es de oro esa joya que tienes guardada. Y recuerda, que, en Joyería B Castillo, estamos para ayudarte.
Si quieres conocer nuestra amplia gama de joyas de oro, así como de otros materiales, visita las distintas secciones de nuestra web o ponte en contacto con nuestros especialistas, estaremos encantados de ayudarte a encontrar la joya perfecta que se adapte a ti y a tus necesidades.
